La conmemoración de esta fecha es instituida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) con el objetivo de agradecer a los donantes su contribución voluntaria y desinteresada, que permite salvar vidas humanas.
Asimismo, la celebración persigue concienciar sobre la necesidad de donar sangre con regularidad para garantizar la calidad, seguridad y disponibilidad de sangre y productos sanguíneos para quienes lo necesiten.
Cabe destacar que, las transfusiones de sangre y los productos sanguíneos además de salvar millones de vidas, permiten aumentar la esperanza y calidad de vida de los pacientes con enfermedades potencialmente letales, así como para llevar a cabo procedimientos médicos y quirúrgicos complejos.
Se estima que cada año se recogen alrededor de 108 millones de unidades de sangre, de los cuáles el 50% corresponde a los donantes de países ricos dónde se concentra el 15% de la población total.
Pese a lo anterior, en muchos países la demanda supera la oferta y los servicios de sangre se enfrentan a muchas dificultades. El objetivo de la OMS es que a partir de este momento al año 2020, todos los países tengan la posibilidad de obtener el suficiente suministro de donantes de sangre de manera voluntaria y no remunerada.
Por ello, este año 2016, el tema de campaña es “La sangre nos conecta a todos”. La difusión de ésta se centra en agradecer a los donantes sus donaciones y destaca la dimensión de solidaridad y conexión que existe entre donante y paciente.
Además se adoptó el lema “Comparte la vida – Dona sangre” para llamar la atención sobre la importancia de los sistemas de donación voluntaria como vía para fomentar el cuidado del prójimo y la cohesión comunitaria.
Tomado de la red.